
Imagen de archivo de una mujer caminando frente a un mural en homenaje al fallecido ex futbolista argentino, Diego Armando Maradona, en el barrio de San Telmo, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. (Xinhua/Martín Zabala)
Postergan siete días el juicio por la muerte de Diego Maradona
BUENOS AIRES, 20 may (Xinhua) — El juicio por la muerte del exfutbolista argentino Diego Armando Maradona fue postergado hoy martes una semana, luego de la solicitud formulada en la audiencia número 1 por el fiscal Patricio Ferrari, quien habló de “gravedad institucional” en una controversia que implica a una jueza del tribunal.
El Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de San Isidro está integrado por los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach, esta última acusada de haber permitido, de manera clandestina, el ingreso de una cámara tipo réflex para grabar las audiencias, lo cual está prohibido, con la finalidad de realizar así un documental.
A la magistrada se la vinculó con una productora, cuyos dueños son su hermano Juan Makintach y el exjugador de rugby de Los Pumas, Agustín Pichot.
En el juicio son juzgados siete profesionales de la salud que atendían a Maradona hasta su muerte, el 25 de noviembre de 2020 a los 60 años, por una descompensación cardíaca, en la periferia norte de Buenos Aires.
El exfutbolista falleció 22 días después de ser sometido a una operación en la cabeza por un hematoma subdural y cursaba una internación domiciliaria en una casa rentada en un barrio privado.
“¿Qué podíamos hacer ahora, fingir demencia, decir que no pasó nada y que pase el testigo y lo escucháramos?”, planteó Ferrari.
El abogado Julio Rivas, defensor del neurocirujano Leopoldo Luque, pidió recusar a la jueza Makintach, quien por su parte dijo entender “la zozobra de todos” y estar “convencida” de su “imparcialidad”.
El juicio se reanudará el martes próximo y, según anunció el tribunal, deberán presentarse los siete acusados, entre ellos Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos “Charly” Díaz.
A todos ellos se los imputó por “homicidio simple con dolo eventual”, un delito que tiene una pena prevista de 8 a 25 años de prisión.