
Personas observan fotografías durante la exposición "Raíces en el Caribe. Familias sino-cubanas: tradición y fusión", en la Casa de las Artes y Tradiciones Chinas, en el Barrio Chino de La Habana, capital de Cuba, el 11 de junio de 2025. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Especial: Barrio Chino de La Habana recuerda llegada a Cuba de primeros culíes
Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 11 jun (Xinhua) — El Barrio Chino de La Habana recordó con la apertura de una exposición fotográfica la llegada a Cuba hace 178 años de los primeros culíes, quienes dejaron una profunda huella en la historia y en la formación de la nacionalidad cubana.
La exposición “Raíces en el Caribe. Familias sino-cubanas: tradición y fusión”, abierta en la Casa de las Artes y Tradiciones Chinas, recoge instantáneas del archivo de esa institución rectora del Barrio Chino habanero y que fueron donadas por familias de chinos naturales asentados en céntrica zona de la capital cubana.
Son fotos en blanco y negro, algunas deterioradas por el paso del tiempo, pero que, a decir del museólogo del Barrio Chino, Rayco Vera, representan a aquellos que, lejos de su tierra natal, encontraron en Cuba un nuevo hogar y construyeron un nuevo futuro.
“La idea vino justamente por el sentimiento de introspección que había en relación con la llegada de los chinos, nos hizo pensar hacia el interior, hacia esa esencia, esa raíz primigenia de la cultura china”, explicó Vera a Xinhua.
El joven investigador destacó el caudal de los fondos fotográficos que atesora la Casa de las Artes y Tradiciones Chinas, casi todas donadas por familias que en algún momento habitaron esa populosa zona de La Habana.
“La ambición de esta sencilla exposición es un homenaje también a las personas que nos inculcaron esa cultura, esa tradición”, subrayó.
En términos similares se manifestó la subdirectora del Barrio Chino, Yorbelis Rosell, quien destacó el aporte chino a la conformación de la nacionalidad y cultura cubanas, iniciado con la llegada de los primeros culíes.
“Ese acto, más allá de un hecho meramente histórico, ha tenido un alto impacto en la caracterización de la nacionalidad cubana, ya que la cultura china se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de nuestra idiosincrasia”, apuntó.
Rosell destacó además el valor de la familia en esa transmisión de valores y tradiciones que de alguna manera aparecen reflejados en las fotos que conforman la muestra.
El 3 de junio de 1847 desembarcaron en el puerto habanero de Regla los primeros 206 culíes traídos por el bergantín español “Oquendo”, procedentes de la región de Guangdong, conocida en Occidente como Cantón, llamada en la actualidad Guangzhou, y considerada como simiente de la mayor comunidad china en América.
En esa época, España comenzó a traer mano de obra barata desde Asia, poco tiempo después de que Inglaterra promoviera la contratación de inmigrantes, como vía para sustituir a los esclavos en las plantaciones azucareras de sus dominios coloniales.
Así, cientos de chinos dejaron a sus familias con la ilusión de ganarse la vida en el Nuevo Mundo, pero su destino fue cruel, pues al ser reclutados por agencias comerciales, eran encerrados en barracones hasta abordar el buque que los transportaría a América.
La mayoría de los culíes fueron incorporados a duros trabajos agrícolas en ingenios azucareros, cafetales y vegas de tabaco, mientras que a otros los condujeron hacia las minas de la zona oriental de la isla o a los puertos y fábricas de La Habana.
A pesar de las duras condiciones, la emigración no se detuvo y la comunidad fue creciendo hasta alcanzar en la isla una población de más de 34.000 chinos en 1874, buena parte de ellos asentados en el Barrio Chino habanero, un área de unas 40 manzanas en el centro de la ciudad, que fue uno de los más grandes de América.
La huella de la diáspora china en Cuba es visible ahora en diferentes áreas de la vida social y cultural del país, incluyendo la práctica de las artes marciales chinas, el uso de la medicina tradicional, el arte culinario y la siembra de hortalizas.
Actualmente, China se incluye entre los primeros socios comerciales de Cuba y es uno de los principales proveedores de asistencia técnica a la isla, según datos oficiales.
Las dos naciones establecieron relaciones diplomáticas el 28 de septiembre de 1960, tras el triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959.