
Entrevista: China es clave para la innovación global y el crecimiento económico, afirma decano de INSEAD
BEIJING, 5 jun (Xinhua) — Mientras el mundo se enfrenta a las crecientes incertidumbres en el comercio y la geopolítica, China sigue siendo un motor fundamental de la innovación global y el crecimiento económico, afirmó el profesor Francisco Veloso, decano de INSEAD, una de las mejores escuelas de negocios del mundo, fundada en Europa. En una reciente entrevista exclusiva con Xinhua, Veloso, quien viajó a Beijing para estrechar la cooperación con las principales universidades chinas, destacó el dinamismo del panorama de innovación en China, describiéndolo como una poderosa fuerza que sustenta su economía y atrae inversión extranjera. “China tiene una increíble historia de innovación, que ha evolucionado a lo largo de diferentes períodos y de diversas maneras”, valoró Veloso. Un avance significativo ha sido la combinación de la acumulación de capacidades innovadoras a lo largo del tiempo con la rápida adopción de las tecnologías digitales, añadió. Con el firme apoyo gubernamental al talento y al avance tecnológico, China ha creado una “avalancha de innovación” que ahora la impulsa hacia la vanguardia mundial en este campo, observó Veloso. El país está ampliando los límites de la innovación en múltiples sectores, como los vehículos eléctricos, las baterías, las energías renovables, la inteligencia artificial (IA), el comercio electrónico y la tecnología financiera, subrayó. Asimismo, atribuyó este impulso a factores como la sólida infraestructura que se ha estado construyendo en las últimas décadas, un mercado interno amplio y competitivo, sólidas capacidades de fabricación y una creciente reserva de talentos altamente cualificados. Veloso ve las perspectivas de la economía de China con gran optimismo, pues cree que el ecosistema innovador formado en los centros de innovación del país está cobrando un impulso significativo y seguirá creciendo de forma autosostenible. “En centros de innovación como Shenzhen y Hangzhou, se observa la unión de empresas sólidas, talento local y capital de riesgo para generar impulso, tal como ocurrió en Silicon Valley y la Ruta 128 en Boston”, indicó. Además, estos motores innovadores no solo revitalizan las regiones donde se ubican, sino que también benefician a todo el país y al mundo. Como profesor especializado en estudios de innovación tecnológica, Veloso eligió China como uno de sus temas investigativos, y la ha visitado en más de diez ocasiones para comprender la importancia de la colaboración en materia innovadora. Descubrió que numerosas multinacionales líderes establecieron centros de investigación en el país, y algunas de sus patentes allí codesarrolladas han demostrado ser las más valiosas, lo que pone de relieve el poder de la colaboración global. A pesar de las adversidades económicas mundiales, el académico confía en que China seguirá atrayendo la inversión extranjera. A medida que la transición del desarrollo de alta velocidad al de alta calidad se torna más clara y estable, se espera una aceleración por parte de las empresas extranjeras de su inversión en el país. Igualmente, Veloso enfatizó la importancia de que este siga conectándose con el mundo a través de su talento. Durante su reciente viaje a China, un punto de la agenda fue renovar la colaboración del INSEAD con la prestigiosa Universidad Tsinghua, mediante un programa de MBA ejecutivo. “En el INSEAD contamos con 80 nacionalidades y cada año recibimos entre 50 y 100 estudiantes chinos. Estas personas se convierten en canales cruciales para la inversión y las relaciones comerciales, ya que poseen un profundo conocimiento tanto del mercado chino como de las dinámicas internacionales”, sostuvo. También ve un potencial creciente para que Europa y China colaboren más estrechamente en los ámbitos de la alta tecnología y la innovación, y resalta varias maneras prácticas de profundizar la cooperación, que incluyen proyectos investigativos conjuntos, intercambio empresarial y movilidad de talento entre ambas regiones. “Es crucial identificar algunas áreas donde se pueda explorar esa colaboración de un modo beneficioso para ambas partes”, dijo Veloso y sugirió programas conjuntos en campos comunes de interés y preocupación, como el cambio climático y el envejecimiento de la población. A su vez, abogó por la cooperación entre Europa y China en materia de energías renovables, lo cual abarca vehículos eléctricos, energía eólica y solar. Adicionalmente, propuso trabajar en bienes públicos potenciados por inteligencia artificial, especialmente en la aplicación de esta para apoyar a comunidades desfavorecidas. De cara al futuro, Veloso considera que China seguirá siendo un motor importante del crecimiento económico del mundo, aunque reconoce desafíos como la presión demográfica y las preocupaciones en torno a la confianza del consumidor. “Europa quiere una China vibrante. Todos queremos que China crezca, porque eso nos beneficia a todos”, manifestó. Fin