Auge del reciclaje de baterías de vehículos eléctricos en China impulsa transición ecológica y se abre paso en el mercado mundial

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TIANJIN, 6 jun (Xinhua) — En la ciudad industrial de Tianjin, en el norte de China, un dinámico taller devuelve la vida a baterías desechadas de vehículos eléctricos, gracias a la experiencia combinada de técnicos cualificados y sistemas automatizados. Esta escena ejemplifica una enorme oportunidad de negocio que se está desarrollando en toda China, ya que este país, el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo, se dispone a convertir los residuos de baterías, que constituyen un problema de contaminación, en un activo clave para su revolución ecológica. Situada a la vanguardia de la economía sostenible china, la empresa emergente Tianjin Battery Technology, se centra en este sector en rápida expansión. Se trata de un segmento del mercado que está a punto de experimentar un crecimiento sustancial, pues China sigue liderando la producción y las ventas de vehículos de nueva energía en el mundo. Además, el creciente número de baterías al final de su vida útil está aumentando la demanda de soluciones sostenibles. Para el final de 2024, el país contaba con 31,4 millones de tales vehículos, lo que representaba alrededor del 9 por ciento de su flota automovilística. Tras la implementación de las políticas de cambio de bienes de consumo por parte del gobierno, el interés de los consumidores por actualizar sus vehículos se incrementó considerablemente, lo que a su vez expandió aún más el mercado del reciclaje automotriz. El ministerio chino de Industria y Tecnología Informática viene exigiendo desde 2016 a los fabricantes de vehículos de pasajeros que ofrezcan una garantía de ocho años o de 120.000 kilómetros para componentes esenciales, como las baterías. Las previsiones del mercado indican que en China, las baterías eléctricas retiradas de circulación alcanzarán los 1,04 millones de toneladas en 2025 y podrían llegar a 3,5 millones de toneladas para 2030. DESBLOQUEANDO EL POTENCIAL DEL SECTOR Ma Youwei, de 40 años, gerente de equipos de la empresa de Tianjin, se encarga de supervisar el desmontaje de los paquetes y módulos de las baterías. Para él, las que se encuentran aparentemente “jubiladas” son tesoros ocultos. En su fábrica, algunos componentes desmontados se reutilizan para la reparación de vehículos de segunda mano. La trituración de baterías produce cobre y aluminio, y el polvo negro se refina para obtener carbonato de litio, apto para fabricarlas. “En nuestras propias palabras, trabajamos para extraer todo el valor de las baterías retiradas y aprovechar al máximo su potencial”, afirmó Ma, quien se desempeña como gerente de control de materiales de producción del departamento de equipos de ingeniería. Con casi 20 años de experiencia en electrónica digital y fabricación de baterías, se incorporó a este puesto hace tres años, motivado por el considerable potencial de la industria. Tianjin Battery Technology ha logrado una capacidad de procesamiento anual de 10.000 toneladas, con una tasa de recuperación de litio superior al 90 por ciento. “China depende en gran medida de las importaciones de litio, cobalto y níquel”, puntualizó Ke Yanchun, de China Resources Recycling Group Co., Ltd., una firma estatal recién fundada. “El reciclaje de las baterías eléctricas retiradas reduce eficazmente la alta dependencia en los recursos importados en la fase inicial de la industria china de los vehículos de nueva energía”, añadió Ke. EL IMPULSO TECNOLÓGICO El reciclaje de baterías en China se ve afectado por la existencia de talleres pequeños y sin regular. Los líderes del sector están aprovechando la innovación tecnológica para impulsar la eficiencia y reestructurar la cadena de suministro. La empresa GEM, con sede en Shenzhen y cotizante en la bolsa, es uno de los principales recicladores. Emplea un sistema de desmontaje inteligente y flexible que permite la detección y clasificación precisas. Entre las innovaciones que ha introducido se encuentran la activación catalítica a temperaturas altas y bajas, así como la extracción ultraprecisa del litio, con lo cual logra una recuperación de este elemento superior al 90 por ciento. Igualmente, desarrolló un sistema digital de gestión del ciclo de vida, empleado para hacer seguimiento a las baterías desde su reciclaje hasta su utilización, lo que respalda su modelo de negocio de doble vía. GEM abrió un parque industrial de economía circular en la Zona de Cooperación Especial de Shenshan, a tan solo un kilómetro de las líneas de producción de BYD, el principal fabricante chino de vehículos eléctricos. Igualmente, ha establecido más de 140 plantas de reciclaje en todo el país y se ha asociado con más de 750 fabricantes y operadores de vehículos y baterías del mundo. En el primer trimestre de este año, recicló 10.800 toneladas de baterías eléctricas, lo que supone un aumento interanual del 37 por ciento. En la empresa de Tianjin, Ma y sus colegas han mejorado la eficacia del desmontaje de baterías en un 75 por ciento mediante herramientas modificadas. Aplicando técnicas como el corte y la soldadura, han conseguido transformar instrumentos estándar para satisfacer los complejos requisitos del proceso. “Esta sencilla innovación ha tenido un impacto significativo”, señaló Ma. LA EXPANSIÓN EN EL EXTERIOR Ya que la participación de China en el mercado mundial de los vehículos eléctricos sigue creciendo, las empresas de reciclaje de baterías también están expandiendo su presencia internacional, lo que implica cumplir con las normativas ambientales locales. CATL, el mayor fabricante de baterías del mundo, planea establecer operaciones de reciclaje en Europa y la finalización de su planta de refabricación en Hungría está prevista para 2026. La iniciativa forma parte de sus esfuerzos destinados a abordar las preocupaciones ambientales en la producción y eliminación de estos componentes. Mientras tanto, GEM ha creado siete centros de reciclaje de baterías eléctricas, incluyendo los de la República de Corea e Indonesia. Por su parte, Gotion High-tech, de Hefei, en la provincia oriental china de Anhui, y Envision Greenwise, con sede en Hong Kong, han firmado un acuerdo de cooperación estratégica para construir conjuntamente 100 plantas de reciclaje y servicio posventa a nivel mundial. Adicionalmente, Huayou Recycling, de Jiaxing, en la provincia de Zhejiang, al este de China, ha definido una alianza estratégica con el Grupo SUEZ, una de las mayores corporaciones europeas de servicios ambientales, dirigido a explorar el mercado francés de reciclaje de baterías.