
Imagen del 28 de noviembre de 2025 de personas asistiendo a una protesta frente a la residencia oficial de la primera ministra japonesa, en Tokio, Japón. (Xinhua/Jia Haocheng)
Figuras públicas japonesas exigen que la primera ministra Takaichi retire declaraciones sobre Taiwán
TOKIO, 9 dic (Xinhua) — Más de una docena de académicos, exfuncionarios gubernamentales y profesionales de los medios de comunicación de Japón celebraron el lunes una conferencia de prensa en Tokio para iniciar a la primera ministra Sanae Takaichi a retractarse de inmediato de sus recientes declaraciones incorrectas sobre Taiwán, advirtiendo que dichos comentarios podrían deteriorar aún más las relaciones entre Japón y China.
Las declaraciones de Takaichi en la Dieta (Parlamento) se habían desviado claramente de la postura básica mantenida por los sucesivos Gobiernos japoneses sobre la cuestión de Taiwán, según afirmaron los asistentes al acto organizado por la Asociación para la Herencia y Difusión de la Declaración Murayama, un grupo civil japonés.
Durante el acto, Takakage Fujita, secretario general del grupo civil, leyó una declaración en la que exige que Takaichi retire sus comentarios.
El texto afirmó que sus declaraciones en el Parlamento representan una ruptura evidente respecto de las del Gobierno anterior y que era la primera vez que un primer ministro japonés indica en la sede parlamentaria que Japón entraría en estado de guerra en caso de una “contingencia en Taiwán”, lo cual podría interpretarse como un resurgimiento del militarismo japonés.
La declaración también acusó a Japón de avivar las tensiones actuales mientras se presenta como víctima, e instó a Takaichi a reconocer que la cuestión de Taiwán es un asunto interno de China ya retractarse de inmediato.
Kumiko Haba, profesora emérita de la Universidad Aoyama Gakuin, afirmó que los comentarios de Takaichi contravienen el orden internacional de posguerra, recordando que la Declaración de El Cairo de 1943 y la Proclamación de Potsdam de 1945 afirmaron la soberanía de China sobre Taiwán.
Agrega que las declaraciones de Takaichi se apartan de la postura sostenida durante décadas por el Gobierno japonés.
Kazuhiko Togo, experto en política internacional y exdiplomático, señaló que las palabras de Takaichi han colocado las relaciones entre Japón y China en una situación extremadamente difícil.
Subrayó que los compromisos relacionados con Taiwán establecidos en la Declaración Conjunta China-Japón de 1972 se alcanzaron tras serias negociaciones entre ambas partes. China ha exigido constantemente que Japón se adhiriera estrictamente a dicho documento y Takaichi debería prestar la debida atención al asunto, añadió.
El economista político Kazuhide Uekusa afirmó que Takaichi ha ofrecido explicaciones contradictorias, al decir, por un lado, que no pretendía que sus declaraciones sobre Taiwán representaran una posición unificada del Gobierno, mientras que por otro insiste en que sus comentarios en el Parlamento “no cambian las posiciones históricas del Gobierno japonés”.
Sostuvo que tales explicaciones solo pueden interpretarse como intentos de confundir el tema o desviar el debate, e instó a Takaichi a corregir su error en lugar de evadir responsabilidades.
Atsushi Okamoto, exeditor jefe de la revista Sekai, destacó que Takaichi ha mencionado en repetidas ocasiones su voluntad de mantener “diálogos” con China, pero que un diálogo significativo debe basarse en el respeto mutuo, la igualdad y el esfuerzo por comprender a la otra parte.
“Su actitud actual no cumple las condiciones para un diálogo genuino”, afirmó.
Masakatsu Adachi, profesor emérito de la Universidad Kanto Gakuin, señaló que desde que asumió el cargo, Takaichi ha abogado por revisar los tres documentos de seguridad de Japón, flexibilizar las restricciones a la exportación de armas y ampliar el gasto en defensa, además de impulsar una ley contra el espionaje y discutir la creación de un organismo nacional de inteligencia.
Indicó que estas medidas, en esencia, han fortalecido los controles internos de información y la recopilación de inteligencia externa, y advirtió que están empujando a Japón hacia la guerra.







